El artificio de la escritura / The artifice of writing


domingo, 2 de mayo de 2010

Una página arrancada de un libro

Le arranco una página a un libro que tiene no pocas que merecen guardarlas en un álbum de hojas recogidas por especiales. Y dice así:

"Ahora, casi diez años después, leo en el amarillado papel una firma que apenas es la mía y una fecha y el nombre de una ciudad. Lo que escribí una vez ya no me pertenece y es como la escritura de una mano muerta y pienso: '¿No serán todos los libros el gran libro de los muertos?' La ciudad es soleada y clara y llena de aire de mar, con un cielo que es un mar invertido, porque el mar es plácido y suave y azul. La fecha es de dos días antes de cumplir veinticinco años. Todo aquello se ha ido: la ciudad no existe y la veo desde otra ciudad que es su reverso: oscura y gris y golpeada por la lluvia y por el viento y por el tiempo. Sin embargo, me veo en aquel día como un lívido fantasma, veo que camino hacia el escritorio pobretón , pretencioso en su modernidad años cincuenta, que resulta casi lastimero, y miro por la ventana hacia la calle cinco pisos más abajo, hacia el parque mansamente soleado, a lo spinos de costa sembrados, junto al viejo hotel y hasta la esquina donde cruzan los autos veloces, anónimos, y veo que me siento a escribir y casi oigo una máquina de escribir como ésta, no ésta, otra Remington a la que sustituyó una Hermes portátil y otra Hermes y varias máquinas diferentes con el mismo nombre, Smith-Corona y una negra Olivetti y esta IBM de ahora, pero en los golpes de letras idénticos y a la vez diferentes hay un vuelco vertiginoso y reconozco, súbito, que esa lectura anotada y ese intercambio sartorial tuvieron lugar entre mi primera mujer y yo y que han pasado no sólo veniticinco años más y diez y once y termina en un vértigo metafísico la visión de ese fantasma que fui yo, que soy yo, que seré yo. Ese huracán de años está detenido por la escritura. ¿Es la literatura una forma de nostalgia? ¿O una traducción? ¿O tal vez sólo una lectura en que no pasa nada sino el tiempo?"

Guillermo Cabrera Infante. "Cuando leyendo a Catalina Ana Portera sobre la gran Gertrudis Piedra". Todo está hecho con espejos. Cuentos casi completos. Alfaguara, 1999 (103-104)