El artificio de la escritura / The artifice of writing


martes, 26 de marzo de 2013

Autorretrato de un islote



Me he encontrado en el desorden de mis papeles este dibujo que hice algunos años atrás cuando, al leer por enésima vez la tan abusada cita aquella--al menos en inglés--de que no hay hombre que sea una isla, me imaginé como un islote en el mar, la cabeza llena de árboles y vegetación rica en frutos y en confusión de luces y sombras, como todo bosque natural.

Islote es uno apenas, que no isla, pensé entonces, como lo pienso todavía ahora. Humildes islotes, me digo, que aparecemos y desaparecemos en el mar enorme, frágiles detalles de una geografía en la que apenas si tenemos una presencia momentánea.

Tal vez no entienda yo la famosa cita o la tergiverse a mi manera. Si acaso, aceptaría a lo más que se dijera que somos islas de un archipiélago confusamente populoso. Pero islas diminutas, peñones que, como en mi autorretrato del dibujo, apenas si sacamos la nariz por sobre el agua.

Nota: No dudo que más de alguno reconocerá en el dibujo el perfil de la costa viñamarina como era años atrás, antes del crecimiento urbano y la transformación de un paisaje demasiado delicado para sobrellevar sin sufrir daño el embate del abuso humano.  

viernes, 22 de marzo de 2013

La realidad posible ::: Posible Reality


"Negamos muchas cosas, porque nuestro limitado entendimiento nos hace creer que son imposibles. Pero, mientras más leo y me instruyo, más veo que lo tenido por imposible en el pensamiento se hace posible en la realidad", habría escrito el almirante, según nos propone el novelista. (Alejo Carpentier. El arpa y la sombra. Siglo XXI, México, 1979; 69). Pensamiento y realidad, dos ámbitos que suponemos tan diferentes como mundos separados en dos distintas dimensiones. Son, sin embargo, dimensiones complementarias, dependiente una de la otra como dos caras de una moneda: no existe una sin la otra, y lo que una inventa o propone la otra lo asume y realiza. Son, en esencia, una misma cosa.



"We deny many things, because our limited understanding makes us believe that they are impossible. But the more I read and instruct my self, the more I see that what one thought to be impossible becomes possible in reality," would have written the admiral, as proposed by the novelist. (Alejo Carpentier. The Harp and the Shadow. Siglo XXI, Mexico, 1979; 69). Thought and reality, two areas we assume to be as different as two separate worlds in different dimensions. They are, however, complementary dimensions, dependent on each other like two sides of a coin: there is no one without the other, and what one of them proposes or invents, the other accepts it and makes it happen.They are, essentially, the same thing.

domingo, 17 de marzo de 2013

Huisaches en flor








"De las greñas le nacen flores".
Dice Gabriela Mistral del espino, arbusto o árbol de sus tierras chilenas que, como el huisache tejano, del cual es primo hermano, se enciende en pequeños orbes de dorado viejo y de profundo aroma apenas se anuncia la primavera.



Hermoso nuncio de los soles primaverales, el huisache greñudo y epinoso tiene unos pocos días de gloriosa luz cuando se le olvidan las espinas y el follaje hirsuto por florecer de un modo esplendoroso. 

Entre las flores silvestres de primavera la suya sobresale por sorprendente: ramos de luz, millar de soles diminutos, orfebrería de la joya perfecta que sólo dura unos pocos días entre invierno y primavera. 





martes, 5 de marzo de 2013

De nuevo por primera vez


El viento de primavera limpia el cielo a la perfección: lo deja azul purísimo, como recién esmaltado, con sol intenso y apenas tibio. Las primeras hojas de algunos árboles y arbustos que las perdieron hace unos meses están por encender su verde claro de un momento a otro. Algunos--como el espino y el laurel silvestre--ya florecen y aroman el aire transparente.  A ras de suelo hay también algunas flores. Los colores reviven y las sombras de las cosas no reposan ya tan largamente tendidas como hasta hace poco.  Con puntualidad astronómica el clima cambia y no se puede estar ajeno a la transformación: ni ajeno ni mudo.




Desde los orígenes de la voz humana se ha exclamado, año a año y sin cansancio ni hastío de lo repetido, la admiración que produce el retorno de la primavera. No se puede no hablar de su llegada, no decirla, no escribir que ya está aquí de nuevo o, simplemente no abrir la boca en una exclamación dichosa ante lo que cada año se vuelve a dar como si sucediera por primera y única vez, sorpresivamente. 

Esto en el hemisferio norte, mientras en el sur se inician las salmodias a las hojas muertas.