Basurero flotante
—Toma uno la pluma—se excusa el grafómano—como el náufrago se aferra a cualquier objeto que flota.
Flotar a la deriva es bastante mejor que irse al fondo del mar donde habitan en lo oscuro seres horribles, para nosotros monstruosos.
A la pluma se aferra la mano afligida.
Pero hay también infinidad de otros objetos flotantes a los que aferrarse: y a cada quien le cuadra alguno.
El mar, ya se sabe, es un extenso—flotante—basurero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario