Tiene Laurence Sterne el talento de la palabra expresiva,
el arte esplendoroso de la retórica, el ingenio del observador
de irónica mirada. Quedan estas cualidades de excelente escritor
probadas en uno de los múltiples pasajes, igualmente ingeniosos,
de su novela Tristram Shandy, Gentleman.
Se trata en este caso de un breve símil que representa en el
enjambre de abejas el enjambre humano, ocupadísimo en su
predilecto oficio de chismear.
Con acertada pluma, imita Sterne en la escritura el ajetreo de la
colmena de abejas confundidas y el de la gente curiosa que va de un
lado a otro averiguando y propagando lo que todos dicen y comentan.
Su texto resuena con el zumbido de las abejas en el incesante
enjambre:
". . . the city was like a swarm of bees---men, women, and children . . . flying here and there ---in at one door, out at another ---this way and that way---long ways and cross ways---up one street, down another street---in at this ally, out at that---did you see it? did you see it?did you see it? O! did you see it?---who saw it? who did see it? for mercy's sake, who saw it?"
". . . era la ciudad como un enjambre de abejas---hombres, mujeres y niños . . . volaban aquí y allá---entrando por una puerta, saliendo por otra---por este lado y por el otro---vías cortas, vías cruzadas---calle arriba calle abajo---entrando por este callejón y saliendo por ese otro---¿lo vieron?¿lo vieron?¿lo vieron? ¡Oh!¿lo vieron?---¿quién lo vió?¿quien lo vió de veras? por favor de Dios, ¿quién lo vió?"
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